Del caracazo el #27F del 89 a la dictadura del #27F de 2018
Del caracazo el #27F del 89 a la dictadura del #27F de 2018
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El 2 de febrero de 1989 Carlos Andrés Pérez asumen la
Presidencia de la República de Venezuela en medio de una gran alharaca y fiesta
en el Teresa Carreño en Caracas, con la consigna ¡La fuerza de la esperanza¡ y
con un control total del Estado y sus instituciones. Pocos días después
presenta sus cambios económicos de manera más detallada. El jueves, 16 de
febrero de 1989, anuncia las medidas económicas a implementar, conocidas como
el Paquetazo. En ellas se aumentaba el precio de la gasolina, se elevaban las
tasas de interés bancario, se aumentaba el pasaje urbano, entre otras medidas.
En esos días nada señalaba o avizoraba al menos en medios de
comunicación TV o radio, lo que venía para el 27 y 28 de febrero. Por los
medios se veía la felicidad y la abundancia de Venezuela. Sobre todo en la TV,
en la que los venezolanos veíamos los comerciales de Latinoamericana de
Progreso, Automercados CADA, Macho Toyota, Kool Aid / La Jarrota del sabor,
Pisagres / Cerámicas Carabobo, Tropicana, RecordLand, Maltín Polar, y las
novelas Abigail, Señora, Alba Marina, Niña Bonita… era la felicidad plena.
Pero la realidad del pueblo era otra. La gente empezó a
sentir el látigo de la escasez, la inflación y el acaparamiento en todos lo
rubros alimenticios. Incluso desde antes que se dieran a conocer las medidas
económicas, ya estaba en marcha la especulación y el acaparamiento. Y la chispa
que encendió la pradera fue el aumento del pasaje que pasó de 6 a 18 Bs. un
precio más elevado que lo aprobado por el Gobierno.
Todo esto era ignorado por los medios de comunicación.
Mientras tanto, el ciudadano, el pueblo, las masas, sí lo sentían. Y poco a
poco las protestas espontáneas se iban uniendo a los liderazgos vecinales y
locales que por años habían organizado al pueblo en acciones de luchas
sociales. Esto permitió organizar algunas protestas contra el acaparamiento y
los aumentos desmedidos.
En esa etapa, que podaríamos llamar de silencio y calma
mediática, Bandera Roja se fijó como estrategia política para ese momento,
rechazar el paquete económico y el aumento del pasaje. Y definió la situación
política como de prerevolucionaria. En aquel momento fue un partido tildado de
exagerado. Quienes lo hicieron, son precisamente factores que hoy están con el
chavismo. También días antes Bandera Roja convocó a una rueda de prensa para
señalar lo explosivo y tenso de la situación en el país. Solo el diario El
Nacional asistió en aquella oportunidad.
La UJR, juventud del partido, en consonancia con esa
orientación, promovió, junto a otros factores, reuniones, asambleas,
actividades en universidades y liceos. En la UCV, específicamente, el día
viernes, 24 de febrero de 1989, pudimos reunir al Consejo Directivo de la FCU
para planificar las protestas para el día lunes 27. Igual se hizo en el
Politécnico Luis Caballero Mejías (LCM) sede Guarenas y en la sede de Caracas.
De hecho, la UJR del Politécnico de la sede Caracas, tuvo un destacada
participación en la toma del terminal de pasajeros del Nuevo Circo. Ahí, el
joven Jhohanson Espinoza, del Centro de Estudiantes de esa institución y
directivo nacional de la UJR, dirigió la protestas. El Nuevo Circo fue un foco
bastante combativo. Era pueblo llano enfrentando a la Policía Metropolitana.
En la refriega se le quemó una moto a un PM. Éste disparaba
montado en ella, pero cuando se le acabaron los perdigones la gente se percató
y se le fue encima. Trató de encender la moto pero no pudo y salió corriendo,
porque si lo agarran, lo linchan.
La violencia popular empezó en Guarenas y no en Guatire. Se
generó porque un conductor golpeó a una mujer que reclamaba el aumento y que no
tenía plata. Si le pagaba el aumento de pasaje (iba a Caracas), no tenía para
regresar a Guarenas. De la UCV salieron varios jóvenes de la UJR también hacia
el Nuevo Circo.
La primera víctima de la represión del día 27 fue la joven
Yulimar Reyes, quien formaba parte de ese contingente de jóvenes que asumieron
el compromiso social de insertarse en el corazón de las comunidades para
acompañar al pueblo en su lucha por la reivindicación de sus derechos. Yulimar
Reyes era estudiante de Letras, de la UCV. Universidad Central de Venezuela, en
la que fue líder estudiantil de la UJR (Unión de Jóvenes Revolucionarios) del
frente juvenil del Partido Bandera Roja. Era una chica humilde, de un barrio de
Caracas (Parroquia Sucre), y a través de la literatura ejercía una noble labor
social en los barrios pobres de ciudad al llevar la poesía, los cuenta cuentos
y el teatro, a los niños, niñas y jóvenes, obsequiándoles libros para enseñarles
a leer y para que tuvieran interés por la lectura. También fue ecologista y
realizaba títeres con materiales reciclados, para crear concientización al
sembrar una matica.
Lo demás es conocido por todos, el pueblo alzado con fuerza
y animo, pero sin dirección ni vanguardia política, solo se quedaron en el
saqueo y el vandalismo. El pueblo había tomado la ciudad por completo. No tenía
freno. Saqueaban lo que hubiese. Y la respuesta del régimen de turno no fue
otra que la represión, masacrar para después negar y esconder los hechos
ocurridos, o distorsionarlos.
En el año 1992 se dan las dos intentonas insurreccionales
con participación militar contra CAP, en las que Chávez asume un rol que no
tuvo en un principio, pero lo lanzó como el líder único de esos sucesos que más
adelante le permitieron hacerse con la Presidencia. En el año 1994 Rafael
Caldera asumió la Presidencia, recogiendo las aspiraciones de cambio y de rabia
popular por la masacre del 27 y 28 de febrero del año 1989, para realizar la
misma política de engaño y destrucción del país.
Hoy, a 28 años del 27 y 28 de febrero de 1989, todavía hay
que dar respuestas claras y sinceras al país. Los de ayer y los de hoy,
Gobiernos de turno, solo han minimizado, satanizado, manipulado y
descontextualizado mediante la tergiversación, los hechos ocurridos los días
previos, durante y después del 27 y 28 de febrero de 1989. El temor a un nuevo
levantamiento o rebelión popular de las masas los hacer tener esta idea
satanizadora de los hechos del 27 y 28. Al pueblo no solo le han expropiado sus
riquezas, sino también, sus historias de organización y lucha por la libertad.
La desorganización o desarticulación y desmovilización del
pueblo es lo que el régimen gobernante y dictador desea que ocurra y lo
promueve y aúpa en el seno del pueblo. Un país organizado con una estrategia
opositora, táctica y un plan de acción es peligroso para los intereses del
opresor y explotador. Por eso, toda acción realizada por el cuidado que tanga
como propósito cambiar el orden establecido, se trata de neutralizar,
minimizar, satanizar, manipulando nuevamente. Nada que se alce, rebele o luche
contra el régimen, debe ser visto o entendido como una forma de lucha popular.
Aunque los hechos del 27 y 28 de febrero no se pueden
catalogar como un intento por sacar al régimen del poder, ya que las protestas
organizadas desembocaron en saqueos y pillaje, el hecho de que el pueblo haya
salido a protestar masivamente contra el Gobierno, sin importar las
consecuencias, es más que suficiente para que el 27 y 28 de febrero sean
considerados fechas para el olvido por cualquier Gobierno que esté de espaldas
a los intereses de las mayorías.
Quien está en el Gobierno hoy manipula y tergiversa los
hechos del 27 y 28 de febrero de 1989. Un régimen lleno de militares que
señalan lo desgarrador que fue el Caracazo para ellos, aunque no hicieron nada
para impedirlo siendo militares en ejercicio en aquel momento. Dicen que están
buscando a los responsables de esa masacre, pero no han detenido a nadie en 20
años. Puras mentiras. Los tienen al lado. Ellos encarnan el espíritu de esos
militares asesinos del 27 y 28 de febrero del 89.
Si en 1989 estaba más que justificada la Rebelión del
pueblo, hoy las razones son mucho más que suficientes y necesarias para que el
pueblo se rebele contra esta dictadura delincuencial.
Al igual que cualquier otro Gobierno demagogo, liberal y
corrupto, este régimen ha desarticulado y desmovilizado a las organizaciones
embrionarias de las comunidades. Antes de que este régimen asumiera el poder,
existía una cantidad importante de organizaciones en las comunidades. Frentes,
colectivos (populares y no armados), coordinadoras, etc, tenían el propósito de
organizar al pueblo no solo para las luchas sociales, sino para la cultura, el entretenimiento
o el deporte. Después que este régimen tomó el poder, las sustituyó por los
círculos bolivarianos para así asegurarse del control y degradación de la
organización del pueblo. Más adelante creó las misiones y los Consejos
Comunales como otro apéndice político militar, para seguir cerrando el circulo,
hasta llegar a la degradación máxima: el carnet de la patria. Todos esos
mecanismos tienen como propósito evitar la organización del pueblo. También
Criminalizando las protestas y usando a sus mercenarios con el mal nombre de
colectivos chavistas, para amedrentar, amenazar y matar al pueblo.
Pero poco a poco el pueblo ha burlado esos controles para
organizarse y luchar por el cambio. Lo vivimos el 11 de abril cuando un pueblo
organizado con dirección política, estratégica y táctica, permitió la salida de
Chávez por unas horas, aunque desgraciadamente un grupo de oportunistas y
tecnócratas acartonados. Robaron y botaron el triunfo del pueblo en rebelión.
Pero lo real fue que el pueblo luchó y conquistó esa victoria. De igual manera,
se logró la derrota de 2007 contra la reforma de la Constitución.
Las rebeliones de los años 2014, 2015 y 2017 son otro
reflejo de que el pueblo está dispuesto a salir de este régimen. Aunque tiene
más experiencia y más claridad de objetivos, hace falta una unidad clara y
sincera con estrategia, táctica y una línea de acción definida; con una unidad
de mando sin mezquindad, sectarismo y exclusión del talento político y
capacidades.
El régimen chavista también ha usado los mecanismos de
represión que usaban los gobiernos del pasado. Hoy vemos a los que ayer aupaban
y eventualmente promovían las protestas, condenando y satanizando los demandas
de hoy. Qué miserables y cobardes son. Condenado las protestas que hace el
pueblo por falta de comida y de medicinas como antes del caracazo del 89.
El pueblo de este 2018 sigue pujando y anhelando una
Republica democrática y popular como también lo aspiraba el pueblo en el año
1989. Son las mismas necesidades y carencias pero las de hoy son de una
envergadura muy superior. Hoy, como ayer, es el mismo pueblo a quien persiguen
y señalan como terroristas y delincuentes. Nada nuevo parece haber pasado en
Venezuela. Pero como antes, lo mismos de ayer lo volveremos hacer. Sacaremos a
los delincuentes, explotadoras y corruptos del Gobierno. Pero esta vez tiene
que ser el pueblo quien asuma el poder. Basta de mesías oportunistas y
politiqueros en el Gobierno, que solo se ven cuando hay una reunión, marchas o
elecciones a cualquier cargo. Esa gente debe también perderá sus privilegios.
Es el momento, es la hora para que el pueblo asuma su rol histórico.
Organizarse y prepararse para las luchas que vienen es crucial en esta calma
aparente. Se han dado muchas luchas, algunas con pérdidas laméntales y
dolorosas. Que esas perdidas nos sirvan de aliento y de experiencia para
fortalecer y organizar las luchas que vienen, para que no sea la historia de
otra masacre más la que se recuerde de esta generación.
Si este documento
fue de su interés, puede dar un aporte para seguir investigando sobre otros
asuntos que permitan fortalecer este y otros documentos, gracias.
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